La revolución sobria de la Generación Z: ¿Son las redes sociales el nuevo bar?

Una reciente investigación señala una transformación en la actitud de los adolescentes respecto al alcohol y un descenso en su consumo, impulsado por las nuevas modalidades de interacción que brindan Internet y las redes sociales.

Durante el último decenio y medio, hemos presenciado una rápida y significativa evolución tecnológica que ha modificado prácticamente todos los aspectos de nuestra sociedad. Entre otros elementos, esta revolución se ha distinguido por factores tan notables como el acceso instantáneo a la información, la posibilidad de comunicación inmediata , o la sencillez para formar conexiones basadas en nuestros intereses a través de las redes sociales.





Sin embargo, estos progresos tecnológicos también han modificado la forma en que nos comunicamos, interactuamos y establecemos nuestras relaciones.

En esta línea, uno de los hallazgos que más ha asombrado a un grupo de investigadores de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, es cómo el auge de las redes sociales ha influido en una notable disminución del consumo de alcohol entre los jóvenes en los últimos 20 años.

Generación Z: la generación abstemia

Para arribar a esta conclusión, el equipo liderado por la investigadora en salud pública, Jude Ball, contrastó las actitudes y costumbres vinculadas al consumo de alcohol entre estudiantes de secundaria durante las últimas dos décadas.

Dentro de los resultados, los cuales se publican en la revista especializada Drug and Alcohol Review , los investigadores descubrieron algunas discrepancias significativas.

Por ejemplo, más de la mitad de los alumnos de secundaria de hace dos décadas solían beber y asistir a fiestas con frecuencia. Según Ball:

Todos los participantes de aquel entonces, habían experimentado con el consumo de alcohol. La mayoría se había embriagado al menos un par de veces con sus amigos y muchos bebían hasta el punto de intoxicarse semanalmente.

Sin embargo, de los participantes entrevistados el año pasado, solo uno reportó haber bebido alcohol en un contexto social.

La mayoría nunca había consumido más que unos cuantos tragos de alcohol y cerca de las tres cuartas partes de los encuestados declararon ser abstemios o beber de manera moderada en contadas ocasiones, a menudo con la familia, en lugar de con amigos.

Redes sociales vs. celebraciones

La Dra. Ball sostiene que las razones detrás de este cambio de comportamiento son variadas, pero parece que las redes sociales y el tiempo que pasan conectados en línea están reemplazando el consumo de alcohol y las celebraciones entre los adolescentes.

Según explica la investigadora:

Hace dos décadas, las fiestas solían ser un espacio para que los jóvenes ampliaran su círculo social, conocieran posibles parejas románticas o llevaran una amistad a un nivel romántico o sexual. Ahora, los adolescentes pueden hacer todo esto sin salir de casa.

Además, actualmente, no beber es mucho más aceptable socialmente entre los adolescentes que antes. Hace 20 años, los estudiantes describían una jerarquía social dominada por los grandes consumidores de alcohol, y los ‘nerds’, o no bebedores, estaban en la parte inferior. Anteriormente, beber se consideraba un aspecto casi obligatorio de la socialización entre adolescentes, especialmente entre los hombres.

En contraposición, ahora no beber es la norma para muchos adolescentes de hoy en día.

Aunque el alcohol formaba parte de la vida social de algunos grupos de amigos, muchos adolescentes describieron vidas sociales activas que no implicaban el consumo de alcohol u otras sustancias.

Según la Dra. Ball, una mayor aceptación de la diversidad y un mayor respeto por las personas que toman sus propias decisiones personales han eliminado la presión social como uno de los motivadores para beber alcohol entre los adolescentes actuales.

De hecho, hoy en día, muchos adolescentes ven la bebida o un estilo de vida orientado a las fiestas como un riesgo para sus metas personales, además de una manera ineficiente de emplear su tiempo y dinero.

A esto se suma una creciente conciencia de los riesgos asociados con el alcohol entre las nuevas generaciones.

Muchos citaron los riesgos para la salud a largo plazo relacionados con el alcohol, incluyendo el cáncer, el daño hepático y el impacto del consumo de sustancias en el desarrollo cerebral, y la preocupación por desarrollar una adicción.

No obstante, la Dra. Ball aclara que no está segura si estos cambios en las actitudes de los jóvenes de entre 14 y 17 años respecto al consumo de alcohol en los últimos 20 años permanecerán estables a lo largo del tiempo, o si simplemente se está posponiendo y se pondrán al día con las generaciones anteriores cuando lleguen a la adultez temprana. Y concluye:

La evidencia en Nueva Zelanda sugiere que el consumo excesivo de alcohol todavía es muy común en esta etapa de la adultez temprana y, a pesar de la disminución del consumo entre los más jóvenes, el consumo excesivo de alcohol en grupos de mayor edad sigue siendo mucho más alto en Nueva Zelanda que en otros países como Australia o Estados Unidos. Por todo esto, las políticas para reducir el consumo de alcohol entre los jóvenes deben seguir siendo una alta prioridad de salud pública.

No te pierdas

Contenido Relacionado